lunes, 10 de febrero de 2014

Día 5: ¡Salta!

El último día de esquí lo disfrutamos hasta el final, seguía el buen tiempo...Repetimos nuestras pistas favoritas y saqué muchas fotos de los impresionantes paisajes, las pistas prácticamente vacías y por supuesto del salto de Nacho, que acabó en estrepitosa caída afortunadamente sin consecuencias.








No fue fácil encontrar un sitio para saltar. En Beret hay un snow park, pero cuando se nos ocurrió hacer la foto estábamos en la zona de Baqueira, ya casi volviendo a casa. Habíamos estado primero en Beret, durante la clase de Nacho, donde paramos a tomar algo y aproveché a llamar a Daniel. Fuera de cobertura. (Luego me confesó que había estado durmiendo) y por la tarde en la zona de Argulls. Acabamos sobre las 4:30. Devolvimos el material en la taquilla y al llegar al apartamento, comenzamos a hacer las maletas.
Como Daniel había estado solo y sin salir todo el día, Jesús se bajó con él para dar una vuelta. Al cabo de un rato me llamaron desde el Brooklyn para que bajara a tomar algo. No recuerdo el precio de las cervezas, pero no me suena que fuera muy caro y nos pusieron una tapa muy curiosa: un caldito casero, muy rico por cierto. Aún volveríamos al Brooklyn a la mañana siguiente a desayunar, pues ya se nos había acabado la leche. El bizcocho que iba con el café no nos lo cobraron. y el bocadillo de lomo más que para desayunar hubiera servido para comer; era enorme.
Subimos a casa a terminar de hacer las maletas y prepararnos para cenar. De despedida tomamos una fondue de carne en Tamarro. Al final resultó ser verdad el chiste que hizo Jesús cuando nos devolvieron el dinero del seguro de Daniel: que nos lo íbamos a gastar en comer, pues sí. Hemos comido fuera más que nunca. Por lo menos servirá para apuntar sitios y precios; En Tamarro, 102 euros 4 personas, con bebidas, postres, etc. No soy una experta en fondues, tenía el recuerdo de que la carne se hacía en aceite, pero aquí nos pusieron un caldo.
Después de cenar dimos un pequeño paseo y subimos a casa. A la mañana siguiente terminamos de recoger todo y después de desayunar en el Brooklyn y devolver las llaves del apartamento en el hotel Montarto, volvimos para Madrid, con parada en la pastelería Fernando de Siétamo (Huesca) para comprar empanadas y magdalenas de chocolate y en Santa María de Huerta (Soria) para comer. Éstos dos últimos sitios, casi que merecen una entrada aparte, así que ¡hasta la próxima!




No hay comentarios:

Publicar un comentario