Lo bueno de esquiar fuera de temporada es que la estación está prácticamente vacía y puedes estar a tus anchas, sin esperar colas. Sentada en este telesilla me di cuenta de que no tenía a nadie por delante ni bajando las pistas. Por cierto, el tiempo era bastante mejor de lo que parece en la foto... En este tercer día disfrutamos de uno de los clásicos de nuestros viajes de esquí: el jungle speed y los macarrones con tomate.
Aunque las agujetas del tercer día son las peores de la semana, uno va adquiriendo más rapidez a la hora de prepararse y ponerse las botas. La nieve estaba increíblemente dura a primera hora de la mañana. Fuimos a la Bonaigua: las pistas de Argulls son una gozada, azules, se pueden bajar de un tirón sin parar. Luego están las rojas de La Peulla. Éstas me gustan menos.
A partir de las 12 del mediodía, la nieve estaba papa y hacía mucho calor. Comimos en la terraza de un bar que está en la zona de Beret, el Möet Chandon, con una música infernal. Lo mejor de este sitio es el w.c. que tiene calefacción y no sé que tipo de ambientador le echan que nunca huele mal, por cierto, que no tiene que ver, pero el nacimiento del río Garona y el del Noguera Pallaresa está muy cerca de este sitio.
Llegamos relativamente pronto a casa. Daniel se estaba recalentando una paella precocinada (pobre). Después de descansar un rato, los chicos se pusieron con los deberes y Jesús y yo fuimos al Carles y a la farmacia, pues ya se nos había acabado el ibuprofeno.
Siempre que vamos a esquiar, jugamos los cuatro juntos. Uno de nuestros juegos favoritos es el "jungle speed", mis hijos siempre me ganan, pero ¡qué bien me lo paso! después preparamos unos macarrones con tomate en la cocina del apartamento,que no sé por qué siempre nos saben riquísimos...¿Será el hambre que da la nieve?
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